Jonas Ridderstråle, gurú de la innovación, es profesor asistente del Centro de Estudios Avanzados de Dirección en la Escuela de Económicas de Estocolmo y coautor, junto con Kjell Nordström, de los superventas "Funky Business" y "Karaoke Capitalism".

La problemática del mercado global

Ridderstråle comienza diciéndonos que lo primero que debemos hacer es preguntarnos sobre el sentido de nuestra vida personal, y también sobre qué sentido tiene nuestra vida profesional.

Los grandes monopolios, como Microsoft, están constantemente en los tribunales, esto es un indicador claro de su éxito como monopolio.

Monopolios puntuales como Picasso o Fosbury han significado un referente personal de éxito que no ha ido más allá de sus vidas, pero son más viables que los anteriores.

Los grandes monopolios sufrirán el auge de los mercados emergentes como el indio, el chino y el de Europa del Este.

Hay que considerar seriamente el valor de las "sorpresas" (esperar lo inesperado) en los tiempos de hoy. Todo puede ocurrir en un mundo globalizado.

Aspectos como cierta externalización de la producción que realiza China en Finlandia nos dan un toque de atención sobre lo que puede empezar a pasar a partir de ahora.

Las migraciones poblacionales van a hacer que nuestro restringido mundo europeo sea cada vez más y más internacional.

El talento europeo se va constantemente hacia Estados Unidos, principalmente porque no es un país al uso, sino más bien una idea. Esto hace que incluso se pueda dar la circunstancia de que EEUU pueda tener próximamente un presidente nacido en Austria (Schwarzenegger). Se trata de una clara ventaja competitiva de EEUU frente a Europa en cuestión de recursos humanos.

Capitalismo karaoke

La imitación del éxito de grandes cantantes, como Elvis Presley, se produce de manera lúdica en los karaokes. Allí, imitadores más o menos afortunados, intentan reproducir a sus referentes artísticos y sus grandes éxitos discográficos. Las empresas karaoke, según Ridderstråle, serían las imitadoras del éxito de otras.

El benchmarking o compartir la "mejores prácticas" no es más que una forma concreta de copiar de otros.

Como ejemplo, es sorprendente descubrir que todos los MBA de los distintos países que conoce Ridderstråle comparten los mismos manuales.

La imitación o copia como aprendizaje es muy habitual. No nos gusta la incertidumbre. Esto, que puede funcionar en algunas circunstancias empresariales, no funciona en entornos muy competitivos, como los que estamos viviendo, ya que se estima que 1/5 de los mercados son globales.

La sociedad del bienestar y las marcas

Vamos hacia una sociedad del bienestar, reflejado en que muchas grandes empresas pertenecen a ese sector que hace más cómoda nuestra vida (por ejemplo, los muebles de IKEA).

Cuando nos presentan a alguien lo primero que le preguntamos es ¿Usted qué hace, a qué se dedica?. Lo mismo pasa con las empresas.

Lo que consume cada persona es una manera de poder identificarla (por las marcas). Somos, según Ridderstråle, aquello que consumimos y ese consumo es lo que mejor nos identifica de las demás personas.

Como definición, podemos decir que "mercado" es una máquina que clasifica eficiencias. Parece que cada vez será más difícil vivir y ganarse la vida.

Por ello debemos crear ventajas competitivas. Debemos conseguir nuestro propio monopolio temporal.

La innovación y los valores como ventajas competitivas

Se estima que el 38% del rendimiento se debe a la autoconfianza, a creer en uno mismo (optimismo, propia pericia, ... ).

Debe conseguirse, además, que todos los trabajadores compartan los mismos valores. La retroalimentación de 360º puede ser un buen método para ello. Un lenguaje común de empresa es necesario para explotar nuestras ventajas competitivas y seguir creando otras ventajas.

Debe confiarse en la creatividad de los trabajadores para generar ventajas competitivas.

Si nos fijamos en la Biología, el Darwinismo y la competitividad de las especies, según Ridderstråle, "no hay reglas" para conseguir recursos o pareja. Debemos asumir la supervivencia en entornos que cambian.

La teoría del handicap (minusvalía) del pavo real¹ nos ofrece un ejemplo de cómo comportamientos aparentemente costosos pueden generar ventajas competitivas.

Sobrevivir en el mundo de la empresa tiene que ver con estar en forma o ser erótico (fit or sexy). Zara (fit) versus Gucci (sexy), Dell (fit) versus Mac (sexy). Ridderstråle prefiere lo fit a lo sexy.

Antes la mayor parte de las empresas fabricaban lo que vendían. Hoy se externaliza todo (hasta la gestión de nuestro propio jardín se la encargamos a un jardinero, en vez de ocuparnos nosotros mismos de él).

Las emociones frente a las razones

La economía del alma (economies of soul) es un ejemplo de la manera actual de hacer negocios: BMW contrata ingenieros para experiencias emocionales, como el olor interior de sus coches y el sonido de las puertas al cerrarse.

Las emociones predominan frente a lo racional, por eso deben tenerse en cuenta de una manera muy significativa a la hora de hacer negocios.

La confianza y el "amor" a la propia empresa por parte de los trabajadores son otros factores de éxito empresarial y ambas cuestiones son emociones.

Debido a la creciente externalización y a la consecución del tamaño empresarial adecuado, las empresas se han estado vaciando de trabajadores.

Los empleados piden a las empresas que les produzcan "sentimientos", mientras que los clientes quieren que las empresas les proporcionen "valores".

La liberación de las personas

En el capitalismo karaoke hay que "liberar a los individuos".

En un mundo de incertidumbres necesitamos al menos sernos fieles a nosotros mismos, poder tener predictibilidad interna. Ridderstråle nos está animando a ejercer la libertad.

Debemos intentar cambiar las rutinas que no nos damos cuenta que realizamos para poder afrontar de verdad un cambio.

Consideraciones sobre la conferencia de Ridderstråle

La inteligencia emocional, el asesoramiento filosófico y la admiración por el modelo norteamericano de sociedad y de gestión aparecen claramente alimentando las bases del discurso del gurú sueco. Todo ello animado con la personalidad de Ridderstråle, que pretende ser original hasta en su manera de vestir, lo que le reporta el beneficio de la diferencia y ser recordado entre la multitud de comunicadores más o menos dinámicos que estamos acostumbrados a ver con traje y cabellera más poblada.

Las ideas de Ridderstråle están bien. Todos ya las habíamos oído antes, pero ordenadas de otra forma y por personas diferentes. En eso sí es original, en eso y en su aspecto físico, una muestra aplicada de sus teorías de la innovación.

Si algo es verdaderamente criticable en Ridderstråle, aparte de su excesiva simplicidad, es pregonar la innovación, combatir la copia y a la vez defender la copia de los modelos de sociedad y de gestión de Estados Unidos. ¿No es acaso esto una manera de realizar benchmarking a nivel de estado?

Hacer las cosas por uno mismo implica llegar a soluciones adaptadas a problemas locales y a problemas generales, y que nos diferencien de los competidores a nivel global. Si queremos pensar en inglés y realizar negocios como un estadounidense, pensarán nuestros competidores: ¿es acaso mejor una copia que el original?

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